Venezuela es rica en petróleo, pero también lo es en otros productos naturales, y por ello, nuestro país es considerado megadiverso, en una expresión de resaltar lo rico que somos en vida animal, vida vegetal y paisajes. También son megadiversos Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, México, entre los países latinoamericanos.
Las riquezas naturales hacen afortunados a los países. Venezuela es rica en petróleo, pero también lo es en otros productos naturales, y por ello, nuestro país es considerado megadiverso, en una expresión de resaltar lo rico que somos en vida animal, vida vegetal y paisajes. También son megadiversos Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, México, entre los países latinoamericanos.
Dada la ubicación geográfica de Venezuela en el norte de Sudamérica, donde se recibe la influencia del Océano Atlántico y del Mar Caribe, y con la existencia de grandes cordilleras a lo largo de nuestra costa, en oriente (en la zona de los tepuyes), y en occidente (en la frontera con Colombia), se produce una variedad de paisajes o zonas de vida, donde se alojan todas las especies de fauna silvestre y de la flora venezolana.
A la vez, estas zonas de vida están recorridas por arroyos y ríos, y contienen lagos y ciénagas, que convierten al país en una verdadera fábrica de agua dulce, aquella que justamente es tan escasa en otras regiones del planeta, haciéndola apta para el desarrollo de selvas, de bosques, de pastizales, de sembradíos.
Y en esta tierra de gracia, se desarrolla la variedad de vida. Existen aproximadamente 15.500 diferentes especies de plantas; es decir, somos muy ricos en helechos, en orquídeas, en bambúes, en gramíneas, en árboles. La riqueza también se extiende a los animales silvestres, donde hay aproximadamente unas 1200 especies de peces, unas 300 especies de anfibios e igual número de reptiles, unas 1300 especies de aves y unas 350 especies de mamíferos. Los insectos también son muy numerosos, probablemente con más de 150.000 especies! Otros animales también abundan.
Pero la riqueza en biodiversidad hay que manejarla para que ella se manifieste. Por una parte, muchas especies han sido aprovechadas por la agricultura y en labores de caza y pesca. El cacao, los tomates, las papas, tabaco, algodón, maíz, aguacate, guayabas, guanábanas y anones, palmitos y mereyes, han sido productos de esta región y tradicionalmente aprovechados por las etnias iniciales de este país, así como por los habitantes que continúan ocupando estas tierras. Se suma a ello el permanente consumo de venados, lapas, picures, pavas, patos, conejos, chigüires, y babas, entre otros animales de cacería, y de todos los peces inimaginables, a través de la pesca, que han provisto la carne de monte donde va la proteína que consumen muchos de los indígenas y campesinos venezolanos.
Por otra parte, frente a ese uso agrícola y de caza y pesca, la biodiversidad busca aprovechar a todas las especies en el futuro y con un sentido además sostenible. Con el avance tecnológico se espera obtener los principios activos de muchas plantas y animales, produciendo fármacos a usar en diferentes enfermedades. Cada planta, cada animal, podría proveernos con sustancias muy especiales que aprovecharíamos en el futuro, incrementando nuestra salud, la de los animales domésticos, así como la del medio ambiente. Como ejemplos de esto, se sabe que las plantas solanáceas (tomates y tomatillos) tienen sustancias que actúan como repelentes de insectos; del veneno de las serpientes, se obtienen sustancias que actúan como activadores cardíacos. Esta es la razón por la cual las grandes empresas farmacéuticas y agroindustriales son las más interesadas en conocer y aprovechar la biodiversidad.
Advertido de esta riqueza, el estado venezolano ha tomado medidas para preservar, proteger y conservar los valores de biodiversidad. Se ha elaborado una Ley Orgánica, que de alguna manera regula todas las actividades alrededor de la biodiversidad. Se ha creado en el Ministerio del Ambiente una Oficina Nacional de Diversidad Biológica, que maneja los problemas de la fauna, la flora y sus ambientes. Como complemento, se aprovecha la red de parques nacionales y otras áreas con protección administrativa, para preservar y proteger a la riqueza biológica del país. A objeto de estudiar y conocer más detalladamente a los componentes de nuestra biodiversidad el estado venezolano, a través del antiguo CONICIT, elaboró, convocó y financió una Agenda sobre la diversidad biológica.
Adicionalmente las universidades, algunas ONGs e instituciones dedicadas a la investigación en ecología, a lo largo de las últimas décadas se han encargado de realizar investigaciones científicas, que han dado abundantes productos emanados del conocimiento, manejo y conservación de los recursos de la biodiversidad.
El que Venezuela permanezca como país megadiverso depende de la interacción gobierno - comunidades, para preservar y proteger todos los recursos animales y vegetales. El que nuestro país sea capaz de aprovechar sus recursos con sentido sostenible depende de la interacción gobierno - universidades, para desarrollar el conocimiento y manejo de la biodiversidad.